Si estás amamantando y es momento de reincorporarte a tus actividades laborales, esta información es para ti.
Muchas veces pensamos que regresar a la oficina es destete seguro o que te obligará a meter fórmula, pero no necesariamente, hay varias cosas que puedes hacer para mantener tu lactancia el tiempo que lo desees.
Lo primero será hacerte de las herramientas adecuadas, un extractor doble eléctrico nuevo es indispensable, pero hay que elegirlo bien porque es necesario que el motor tenga buena potencia y una vida útil larga. Las marcas reconocidas normalmente van a cumplir con este aspecto, evita usar extractores de marcas genéricas o imitaciones chinas, ya que el motor no funciona adecuadamente y te puede dar la impresión de que tu leche es insuficiente. También evita usar extractores de segunda mano, ya que la leche se puede contaminar con la leche de la usuaria anterior y el motor puede haber excedido su vida útil.
Aprender a usar tu extractor es básico, utiliza un ritmo rápido de succión para provocar que la leche empiece a fluir, una vez que esto pase, cambia a un ritmo lento pero con la mayor succión que aún se sienta cómoda, recuerda que la extracción nunca debe doler. Si la leche deja de fluir, regresa al ritmo rápido para provocar otra “bajada” de leche y cuando empiece a salir otra vez, regresa a la velocidad lenta pero intensa, repite las veces que sea necesario. Los siguiente será tener los embudos de tu talla, para saberla deberás medir el diámetro de tu pezón, sin contar la areola. Te darás cuenta de que es de tu talla porque la areola no entra al túnel del embudo durante la succión, la extracción se siente cómoda y la leche fluye por sprays y no solo gotea. Es probable que no encuentres el embudo de la misma marca del extractor, no te preocupes, mientras en las especificaciones del embudo digan que es compatible con tu extractor, funcionará bien.
Para mantener una producción de leche suficiente, tendrás que hacer una extracción de 15-20 minutos por cada toma que tu bebé hará en tu ausencia, calcula una extracción cada 2:30-3 horas. Una vez que tengas tu leche, almacena en bolsas de 2,3 o 4 onzas para evitar desperdiciar la leche si tu bebé no se la llegara a acabar durante su toma.
Finalmente, si tu bebé tiene de 1-6 meses de edad, normalmente podrá tomar de 2.5 -5 onzas por toma, es importante ofrecerla con método kassing, tomando en cuenta sus señales de saciedad para evitar sobrealimentarlo y no presionarlo para que se termine el biberón. Si tu bebé es mayor de 6 meses, es probable que tome un poco menos de leche porque ya estará ingiriendo comida como complemento.